En la tarde de ayer se ha confirmó la destitución de Scolari como técnico del Chelsea, un entrenador acostumbrado en los últimos años a dirigir selecciones. Dirigir a un equipo conlleva un trabajo diario y no dispones del mismo factor tiempo, en el caso de un selección la cosa es totalmente opuesta. Tienes mucho más tiempo para preparar convocatorias y partidos. Todo esto influye a la hora de entrenar al Chelsea. Scolari no tiene antecedentes en un equipo europeo, entrenando sólo en liga brasileña y alguna experiencia en equipos árabes, en el que su mayor éxito lo consiguió con una selección, conquistando el Mundial de Corea y Japón en el año 2002. Posteriormente dirigió a la selección de Portugal, sin mucho éxito, siendo una de las favoritas a nivel de juego junto con España en la última Eurocopa, pero cayendo contra Alemania.
Ha pasado sin mucha historia en el Chelsea, en el que no ha acabado de encontrar el estilo de juego adecuado, con una gran dificultad para sacar los partidos locales adelante. Que Scolari no haya encontrado ese estilo se debe a muchas cosas. Una de ellas es la baja de Drogba, fuera de los terrenos de juego mucho tiempo, y un Chelsea que giraba en torno al ariete marfileño, con un juego potente por arriba, con presencia en área y un jugador que daba la pausa necesaria para oxigenar al equipo en balones de espalda a la porteria. A esta baja hay que añadir la de Essien, un jugador que hacia un trabajo fundamental y daba un plus extra de fuerza física al Chelsea, además de ser un jugador polivalente, ya que se le puede utilizar de lateral derecho y de central. Todos recordarán el gol de lateral derecho que le marcó al Valencia en cuartos de final de la Champions y que dejó fuera al equipo español. Un dato llamativo es que en las últimas dos temporadas la mayoría de los goles del Chelsea se producían en las segundas partes y en los últimos minutos, algo que hacía ver que físicamente el Chelsea jugaba a otro nivel, y eso ya no es así debido a estas dos bajas y el paso de los años, a pesar de seguir teniendo jugadores de poderío físico como Obi Mikel, que en muchos casos tiene que hacer el papel de Essien.
A este Chelsea le falta la chispa y la velocidad que tenía hace dos o tres años, ya que la edad de los jugadores va en aumento. A todo esto hay que añadir otros dos factores. El primero, es los problemas de vestuario con ciertos nombres como Anelka, Ballack o el ex-jugador Andriy Shevchenko. Un vestuario plagado de estrellas que Scolari no ha sabido controlar. Un segundo factor es el fichaje de Deco. Un fichaje para mi gusto poco rentable deportivamente para el Chelsea. Un equipo que ademas de perder velocidad y chispa, añadimos un jugador como Deco, un jugador que está acostumbrado a retener la pelota para hacer transiciones en horizontal y esto provoca una mayor lentitud en el juego. Un juego muy impropio de un Chelsea que una de las cosas que le ha caracterizado es un juego mucho mas rápido con jugadores en banda muy explosivos y con un gran protagonismo de Lampard con disparos y entradas desde segunda línea. Lampard sigue teniendo un gran protagonismo en el Chelsea, pero venido a menos. Las llegadas de Ballack hace dos temporadas y la llegada este último verano de Deco ha propiciado que el protagonismo de Lampard se haya venido a menos, aunque asumiendo siempre un papel principal en el Chelsea. Por lo tanto, una planificación deportiva que no ha sido la adecuada en los últimos años, con fichajes como Ballack, Schevchenko o Deco que quizás no eran lo que el Chelsea necesitaba reforzar.
Resumiendo, un Scolari que no ha sabido manejar un vestuario con grandes nombres, cosa que como vimos el año pasado tampoco fue capaz de hacerlo Frank Rijkaard en el Barcelona, y que ahora podría ser un candidato a ocupar el banquillo del Chelsea. Un Chelsea que con Scolari le cuesta un mundo sacar adelante los partidos de casa ante equipos de menor entidad. Algo parecido le ocurre al Arsenal de Arsène Wenger, con la diferencia de que Wenger apuesta por el espectáculo y cuenta con las bajas de Walcott, Cesc Fábregas y Rosicky y esto dificulta mucho la competitividad. Un Chelsea que siempre ha apostado por la fuerza física con extremos rápidos y potentes, Drogba arriba y un centro del campo con un gran poderío físico, algo de lo que disponian muy pocos equipos en Europa. Esa filosofía del Chelsea no la ha sabido plasmar Scolari que se ha encontrado con dos bajas muy importantes y con un vestuario con grandes nombres, que sino sabes gestionarlo vas a tener muchos problemas de antemano para sacar un equipo adelante. Veremos ahora cual es el plan B del Chelsea, si apuesta por un Rijkaard que no ha sabido llevar un mismo vestuario de "cracks" o si se la juega con algún otro entrenador para al menos, luchar por la ansiada Champions que lleva buscando Román Abramovich desde su llegada.
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